The shade of it all! Really, queen? Sashay away. ¿Nunca escuchaste ninguna de estas frases? Entonces te estás perdiendo una parte importante de la cultura pop millennial de este Siglo XXI. ¿Pero qué es la cultura pop? Son, básicamente, el conjunto de manifestaciones artísticas surgidas de las clases populares, en contraposición a la cultura de las clases altas, de por sí, más elitista y excluyente (como la ópera o un concierto de música clásica). Y dentro de este fenómeno, se encuadra el drag: la práctica del cross-dressing (uso de indumentaria socialmente asignada al género opuesto), con fines de entretenimiento.
A pesar de que lo hemos visto muchas veces a lo largo de la historia, nunca se le dio la relevancia que tiene ahora. Quizás nunca nos hayamos puesto a pensar, por ejemplo, que el emblemático personaje de Mamá Cora (interpretado por Antonio Gasalla) en el clásico nacional “Esperando la Carroza”, o Mrs Doubtfire, en la película homónima en la que un padre (Robbie Williams) se disfraza de niñera para poder estar cerca de sus hijos, son papeles protagónicos desarrollados en drag.
Como verán, esto tiene su (muy) larga historia, trayectoria y evolución, pero vamos a meternos de lleno en el objeto de esta nota, el disparador de esta forma de arte a toda la sociedad. RuPaul Charles es un nombre que desde mediados de los ’90 se destaca como el principal exponente de este tipo de cultura en los Estados Unidos, con participaciones en programas de televisión, videos musicales de otros artistas y canciones propias (algunas de las cuales han obtenido premios MTV y rankeado en los primeros puestos de los charts de ese país). Pero en 2009 se aventuró en terreno desconocido: la búsqueda de la próxima superestrella drag. Y así nació RuPaul’s Drag Race.
El formato se asemeja al de otros reality shows: varias participantes, cada semana un desafío con una ganadora y una eliminada, y al final de todo, conocemos a la drag queen ganadora de la temporada con un más que interesante premio. Pero los challenge semanales, créanme, no se asemejan a nada de lo que hayan visto antes. Desde diseñar y modelar un atuendo de Hello Kitty, hasta crear los versos de una canción original con su respectiva coreografía, pasando por shows de talento, imitaciones de celebridades, rutinas de comedia y filtrarse en la biblioteca (cuando vean la serie van a entender de qué se trata esto último: “‘Cause reading is whaaat? FUNDAMENTAL!”). Y si no están a la altura de lo que se exigió en ese desafío en particular, las 2 queens con la peor performance deben enfrentarse en una durísima batalla en la que deben hacer el doblaje de una canción (lo que dio lugar a algunos lipsyncs ÉPICOS), para intentar sobrevivir una semana más.
Además de verlas en su arte y alentar a nuestras favoritas, el programa nos permite conocer a las participantes, saber de dónde vienen, a qué aspiran, y por supuesto, nos pegan sus frases y muletillas. Y cuando nos damos cuenta, estamos siguiendo a las queens en distintas redes sociales y comentando todo lo que hacen. De las poco más de 120 participantes que estuvieron en el programa, ya son 10 las que tienen más de 1 millón de seguidores en Instagram y hay 5 que están por romper esa barrera; tan solo un ejemplo de la visibilidad y trascendencia que tienen en la actualidad. Algunas drag queens han posado para Vogue, desfilado para Moschino y Marc Jacobs, hecho campañas para American Apparel, lanzado CDs y, por supuesto, recorrido el mundo haciendo presentaciones, entre muchas otras cosas.
Y como era obvio, este fenómeno traspasó las fronteras del programa. Sin ir más lejos, en Chile se transmite un programa de transformistas que se llama The Switch; en Brasil, la rompen las cantantes drag, liderados por Pablo Vittar; actualmente en American Idol, una participante de nombre Ada Vox, está dando muchísimo que hablar, e incluso una queen del programa, después de su participación en el show (sin spoilers, no se preocupen), fue la ganadora de una edición de Gran Hermano Famosos en el Reino Unido.
No quedan dudas de que RuPaul’s Drag Race llegó para revolucionar todo. ¿Y cuál es la mejor parte? De las 12 temporadas que lleva el programa, pueden encontrar 7 en Netflix (pero no por mucho tiempo). Hasta el 1 de mayo, van a estar todavía disponibles las ediciones 2, 3, 4 y 5, así que aprovechen el fin de semana. Si no llegan, no se preocupen, no solo van a seguir estando las temporadas 6, 7 y 8, sino que por sus propios medios pueden conseguir las temporadas 1 y 9, los 3 all stars y los capítulos de la 10, que se estrenan todos los jueves. Y afortunadamente, ya se confirmó que habrá una temporada 11 y se especula sobre un nuevo all stars. Así que hay drag race para rato… let´s get sickening!