La dirigente del ARI, ex aglutinante de Cambiemos ahora piedra en el zapato de Mauricio, quiso hacerse la graciosa pero su monólogo de standup cayó como triunfo electoral peronista entre los correligionarios que miraban atónitos mientras luchaban para esbozar una sonrisa en sus rostros. Sucede que Carrió les pasó factura por haberla tenido “sirviendo empanadas” dixit, y les remarcó que ahora ella los maneja desde afuera.
Me quisieron dividir a mí. No crean. Yo defiendo la República. Si gana Macri, gana la república y gano yo. Y yo no quiero cargos, y nadie puede vencer a quien no quiere nada. Si yo tuviera interés, habría una interna. Y yo no tengo interés en ningún cargo. En consecuencia, la alianza está asegurada. Y los radicales van a hacer lo que nosotros digamos. (Risas) ¿No es así Benedetti? Al final, los radicales tienen que reconocer que están con una ex miembro que los maneja desde afuera. Es divino. No saben, es el mayor castigo por misóginos. Nos mandaban a las convenciones a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”.
Elisa “Lilita” Carrió
El concepto de grieta que desarrolló el periodismo especializado (no nosotros por ende) no desapareció con el fin del liderazgo Kirchnerista, y encima hizo metástasis en los partidos. Los matrimonios arreglados no funcionan más, y Cambiemos está sufriendo esa realidad por tener un Pro que, tras haberse bajado los pantalones para adquirir el know how territorial y la aún enorme lista de militantes Radicales, no pudo contener y contentar, dos requisitos para liderar espacios de poder partidario.
¿Y por casa cómo andamos?
En Misiones no se ve aún con claridad ese gap entre UCR y Pro, pero las internas están comiendo alimento balanceado de calidad y para el verano esperamos tener las primeras entregas de esta serie que tiene, al igual que películas como Titanic, finales que todos conocemos. Es que los muchachos son Macristas pero no boludos, y tipos que saben que son cuadros políticos preparados, útiles y que supieron sobrevivir a momentos trágicos de la política local, no van a cometer suicidio social para sostener proyectos ajenos. El primero fue Ratier que el jueves dijo que van a exigir la derogación de la resolución de Etchevehere que elimina el Monotributo Social Agropecuario.
Después tenemos señales como la separación de los golden boys radicales que ya no se hablan ni se miran, ni intercambian memes por Whatsapp siquiera. Es que los concejales de Cambiemos en Posadas están debilitados y cansados (salvo Barrios que se fue a Rusia, de licencia, con una empresa que provee servicios en la ciudad) porque tienen que hacer trabajo territorial además de la labor legislativa y cuidarse de los golpes que vienen de afuera y desde adentro. Pero mientras tanto Florindo está haciendo lo que hacen los outsiders de perfil técnico que llegan a la política: trabajar. Controversias más, controversias menos, el tipo no jode ni se mete en quilombos, una especie de camuflaje político que no sabemos si va a ser útil en la campaña donde va a tener que elegir “con quién jugar”.
La respuesta institucional llegó
Fijense lo contundente que fue el cimbronazo interno que los radicales después de dos años de gobierno prendieron la PC y respondieron con un comunicado oficial en sus redes sociales.
Con frases picantes como “la frivolidad discursiva alimenta de manera peligrosa a la oposición” o “la respuesta es respetar (…) a los socios de la coalición de gobierno que ella pretende destruir” los correligionarios salieron al cruce de Lila que, si bien hace varios días viene picante (pidió propinas y changas para paliar la crisis), ahora se sarpó con los herederos de Yrigoyen.
La más votada en 2017 en CABA les dijo a los radicales, en la cara, que “antes me mandaban a servir empanadas y ahora los manejo yo desde afuera”. Esto cayó peor que las que tenían pasas de uva y la relación/coalición hoy pende de un hilo.
“La respuesta no puede ser ‘ya sabemos como es Carrió'”, reza el comunicado firmado por la UCR. Claro indicador de que la paciencia se agotó y pese a que ciertos focos en el país continuarán con la alianza Cambiemos hasta el final, da la impresión que entre los protagonistas ya no se pueden ni ver. Ah, todo esto en el medio de un lío económico, cuyas magnitudes aún no alcanzamos a ver.