Al menos 25 personas murieron y otras ocho resultaron heridas por un aluvión de rocas provocado por las fuertes nevadas en el noreste de Afganistán, informó hoy el Ministerio de Gestión de Desastres de ese país.
El corrimiento arrasó el domingo por la noche la localidad de Nakre, en el valle de Tatin en la provincia de Nuristán, cubriendo de rocas y de nieve las viviendas, según consignó la agencia de noticias AFP.
“Como consecuencia del desprendimiento de rocas, unos 25 de nuestros conciudadanos murieron y otros ocho resultaron heridos”, declaró el portavoz del ministerio, Janan Sayeq, en un video enviado a la prensa y anticipó que el balance podría seguir aumentando.
Una veintena de casas quedaron destruidas o sufrieron daños importantes, precisó Jamiulá Hashimi, jefe del servicio de información de la provincia de bosques y montañas fronteriza con Pakistán.
“Todavía nieva. Los servicios de socorro están en camino”, añadió.
La nieve dificultó las labores de rescate, según las autoridades provinciales.
“Debido a las nubes y a la lluvia, el helicóptero no puede aterrizar en Nuristán”, declaró Mohammad Nabi Adel, responsable de obras públicas de la provincia.
Este año, la llegada de la nieve se retrasó en gran parte de Afganistán, país acostumbrado a duros inviernos y actualmente en su tercer año de sequía.
El nivel excepcionalmente bajo de lluvias en un país que depende en gran medida de la agricultura obligó a muchos agricultores a retrasar la siembra.
Afganistán es uno de los países más pobres del mundo, asolado por décadas de guerra, propenso a las catástrofes naturales y vulnerable ante los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.
La financiación destinada a Afganistán, que en el pasado recibió abundante ayuda humanitaria tras la invasión del país liderada por Estados Unidos, cayó en picada desde que los talibanes volvieron al poder en 2021, en parte por las numerosas restricciones que impusieron a las mujeres.