⭐⭐⭐ Días siendo campeones del mundo: 823 | ★★ Días siendo bicampeones de América: 248
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Desde 2012 que nuestro país no contaba con cinco jugadores en el Top 50 del ranking ATP. El “problema” que surge antes de los Juegos Olímpicos y qué se necesita para consolidar una nueva Legión.

El tenis argentino transita una suerte de renacer. Luego de la última semana, en la que varios representantes de nuestro país tuvieron actuaciones destacadas en sus respectivos torneos, se confirmó un dato que no se veía desde mayo del 2012: en el Top 50 del ranking ATP hay cinco raquetas albicelestes. Estos son Sebastián Báez (19º), Francisco Cerúndolo (22º), Tomás Etcheverry (27º), Mariano Navone (41º) y Facundo Díaz Acosta (47º). Además, luego del título de Julia Riera en el W75 de Chiasso, ahora son tres las tenistas argentinas que conforman el Top 100 de la WTA. ¿La última vez que había sucedido? En 2005, cuando todavía jugaban Gisela Dulko, Mariana Díaz Oliva y Paola Suarez. El gran momento de los argentinos, la disyuntiva que enfrentarán en los próximos Juegos Olímpicos y la comparación con la Legión, la camada más exitosa de tenistas de nuestro país.

Navone y Díaz Acosta, en completo ascenso

Las dos caras menos conocidas de las cinco que están entre las mejores cincuenta raquetas del ranking seguramente sean las de Mariano Navone y Facundo Díaz Acosta. El primero de ellos atraviesa un 2024 muy particular. En febrero de este año ganó su primer partido ATP; fue en Río de Janeiro y ante otro argentino, Federico Coria, por la primera ronda. Desde entonces, el nacido en 9 de julio llegó a tres semifinales consecutivas: en Brasil (perdió la final con Báez), Marrakech (perdió en semifinales con Matteo Berettini, ex Nº6) y en el ATP 250 de Bucarest, la semana pasada (perdió la final frente al húngaro Marton Fucsovics). Su impresionante ascenso se reflejó en el ranking. Navone, luego de los 165 puntos sumados en el torneo que organiza el ex tenista y empresario Ion Tiriac, alcanzó el puesto 41 y es ahora el cuarto mejor ubicado de entre los argentinos.

Facundo Díaz Acosta, a su vez, también demuestra todo su talento y “le pisa los talones” a Navone. Por qué es esta una disputa, ya se abordará. Díaz Acosta alcanzó los cuartos de final del ATP 500 de Barcelona, en los que perdió frente a Stefanos Tsitsipas (que luego caería en la final ante Casper Ruud) y sumó así valiosos 90 puntos, que lo convirtieron en el 47º mejor tenista del mundo. El oriundo de Buenos Aires obtuvo en febrero de este año su primer título a nivel ATP (en el Argentina Open) y ahora plasma su crecimiento en torneos de categoría 500. Por delante tendrá el Masters 1000 de Madrid, en el que debutará ante Denis Shapovalov, el Masters 1000 de Roma y Roland Garros, campeonatos de alto prestigio para continuar demostrando su capacidad. Tanto él como Navone tienen 23 años y, pese a sus esperanzadores resultados, significan, sobre todo, el gran futuro del tenis argentino.

Una nueva Legión ¿factible?

Los tres principales representantes en la actualidad del deporte nacional transitan distintos presentes, pero ya se han consolidado en la élite. Sebastián Báez, 19º del mundo, ganó esta temporada dos de sus seis títulos y llegó a poseer un invicto de 10 partidos. Francisco Cerúndolo (22º) no superó la segunda ronda en los Masters 1000 de Miami, Indian Wells y Montecarlo, pero ya ostenta en su haber unas semifinales en dicha categoría (Miami 2022) y cuartos de final de Grand Slam, en Roland Garros 2023. El jugador de 25 años es dos más grande que Báez y el mayor de esta nueva generación de talentos. Tomy Etcheverry (24 años y 27º del mundo) viene de brillar en Barcelona, donde perdió en semifinales frente a Casper Ruud por 7-6 y 6-4 y ascendió 3 posiciones. Pese a no tener todavía títulos, el de La Plata demostró consistencia en las semanas más recientes y perdió en sus últimos tres torneos ante quienes luego serían los campeones. Sus verdugos fueron: Ruud, en Barcelona; Tsitsipas, en Montecarlo; y Ben Shelton, en Houston.

Son cinco tenistas argentinos menores de 25 años entre los mejores 50 del mundo. Sin duda, un registro que ilusiona. No sucedía desde mayo de 2012, cuando en el Top 50 del ranking estaban Juan Martín Del Potro, Juan Mónaco, Carlos Berlocq, Juan Ignacio Chela y David Nalbandian. ¿Qué difiere de ese entonces? Mientras en este momento los protagonistas están más cerca de ser considerados “promesas”, a pesar de un gran presente, aquella vez se trataba de jugadores consagrados. Reunían títulos de Grand Slam, tres de ellos habían sido Top 10 y juntos acumulaban más de 30 títulos. Los de hoy suman nueve, pero es cierto, con una gran carrera por delante. Algunos se esperanzan con la posibilidad de una nueva Legión, como se denomina a la camada de jugadores argentinos que animó el circuito a principios de los 2000 (cabe destacar, Francisco Comesana, de 23 años, ingresó al Top 100 este lunes) y no parece descabellado, pero sí deben mencionarse algunos matices. Hoy por hoy, la argentina no tiene ninguna raqueta entre las quince mejores y ninguno de sus representantes ha alcanzado una semifinal de Grand Slam. Dos décadas atrás, Guillermo Coria, Gastón Gaudio, Mariano Puerta y Nalbandian, entre tantos otros, se repartían títulos de las más altas categorías y victorias frente a los mejores del mundo. Algo que aún no protagonizan Etcheverry, Báez, ni Cerúndolo. Pero, nuevamente, su aventura en el tenis recién comienza.


Publicado originalmente en Mdzol

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