Una madre británica fue sentenciada a siete años y medio de prisión luego de que se descubriera que mantuvo a su hija encerrada en un cajón del somier de su cama desde que nació. La pequeña, ahora de tres años, vivió sus primeros años de vida sin ver la luz del sol ni interactuar con otro ser humano hasta su rescate en febrero de 2023.
La situación salió a la luz cuando la pareja de la mujer escuchó un ruido que asociaba con un bebé al subir a la planta superior de la casa, un área usualmente restringida. Tras descubrir a la niña en un estado evidente de desnutrición y descuido, informó a la madre de la acusada, quien contactó a las autoridades.
Condiciones de extrema negligencia
Durante tres años, la niña permaneció confinada en el cajón, alimentada únicamente con una mezcla de leche y cereales administrada por jeringa. Su dieta carecía de los nutrientes esenciales para su desarrollo. Además, la pequeña pasaba largos períodos sola, especialmente durante las festividades, como las Navidades, cuando llegó a estar hasta dos días sin atención.
Cuando la policía y los servicios sociales intervinieron, la trabajadora social describió la escena como algo “increíble y conmocionante”. La madre, sin mostrar emociones ni remordimientos, admitió que había mantenido a su hija en esas condiciones desde su nacimiento.
Secuelas físicas y emocionales
Los médicos que atendieron a la niña informaron que su estado físico era alarmante. Incapaz de gatear, hablar o emitir sonidos, la pequeña presentaba desnutrición severa, deshidratación, un paladar hendido agravado, músculos sin desarrollo y un abdomen hinchado. Su desarrollo físico y mental era equivalente al de un bebé de 10 meses, a pesar de tener 35 meses de edad.
Sin embargo, desde su ingreso en el hospital, la niña ha mostrado una notable mejoría. Fue sometida a dos cirugías para tratar su paladar y ha comenzado a vocalizar, mostrando signos de recuperación tanto física como emocional.
El juicio y la condena
La madre confesó su culpabilidad tras ser acusada de crueldad en el trato a menores. Durante el juicio, la fiscal expresó su incredulidad y su compromiso de garantizar justicia para la víctima: “Yo también soy madre, y simplemente no puedo comprender por qué hizo lo que hizo la acusada. Pero nuestro trabajo es que se haga justicia, y eso se ha logrado”.
Actualmente, la niña se encuentra bajo cuidado médico especializado y se espera que logre desarrollarse plenamente con el apoyo adecuado.
Con información de Diario El País.