El 19 de diciembre de 2024, Barcelona vio partir a Norberto Chaves, uno de los referentes más influyentes en el diseño y la comunicación en el mundo hispanohablante. Con 82 años, Chaves deja un legado imborrable que marcó profundamente la manera en que entendemos el diseño como una disciplina estratégica, ética y cultural.
Nacido en Buenos Aires en 1942, Norberto Chaves fue mucho más que un diseñador: fue un maestro, autor, consultor y pensador que transformó el panorama del diseño y la comunicación. Su capacidad para cuestionar los paradigmas establecidos y su búsqueda incansable del propósito detrás de cada decisión lo convirtieron en una figura única y esencial.
Una vida dedicada a la excelencia
Desde sus primeros pasos en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires hasta su consolidación como referente en España y Latinoamérica, Chaves desarrolló una carrera que abarcó más de seis décadas. Su influencia trascendió las aulas y se plasmó en consultorías estratégicas para empresas de primer nivel, publicaciones esenciales como La imagen corporativa y Diseño y comunicación, y su autobiografía Yo, publicada en 2020.
En la década de los 70, Chaves emigró a Barcelona, donde se unió a una generación de creativos argentinos que redefinieron el diseño en España. Su aguda crítica y enfoque conceptual impulsaron una nueva narrativa sobre el diseño, alejándolo de la superficialidad y situándolo como un acto de comunicación trascendental.
Chaves fue también cofundador de FOROALFA, un espacio de reflexión y debate sobre diseño que continúa siendo una referencia clave para profesionales del sector. Además, su vínculo con proyectos editoriales como Gràffica subrayó su compromiso con el pensamiento crítico y su disposición a generar conversaciones incómodas pero necesarias.
Un legado que trasciende generaciones
Más allá de sus obras y consultorías, Norberto Chaves será recordado por su calidez, generosidad y humor mordaz. Para quienes lo conocieron, fue una brújula ética y conceptual que marcó un antes y un después en la forma de entender el diseño.
Su partida deja un vacío inmenso, pero también un legado imborrable que seguirá inspirando a quienes buscan en el diseño no solo una profesión, sino una herramienta de cambio cultural y social.