En una noche cargada de tensión y orgullo barrial, Bartolomé Mitre protagonizó una remontada inolvidable y venció a su clásico rival, Tokio, por 67 a 58. El partido, disputado en un estadio repleto, tuvo todos los condimentos que convierten al clásico auriazul en uno de los más picantes del básquet misionero. Con esta victoria, los dirigidos por Matías Martinho se afirman en la punta de la Liga Federal con récord de 12-3 y seis triunfos al hilo.
Tokio arrancó el partido siendo ampliamente superior. Firme en defensa y eficaz en ataque, no tardó en sacar ventaja. Rainero, Tabbia y Bruner manejaron los hilos ofensivos, mientras Frencia y González dominaron los tableros. Mitre, desorientado, no encontraba respuestas ni en defensa ni en ataque. El primer cuarto cerró 6-22 y la visita parecía encaminarse a una victoria sin sobresaltos.
En el segundo cuarto, Mitre mostró una leve reacción. Gauna, encendido, anotó dos triples y sumó 11 puntos que le devolvieron algo de esperanza al equipo local. Aun así, Tokio mantenía el control y se fue al descanso con una cómoda ventaja de 43 a 26.
En la segunda mitad, Mitre salió con otro carácter. Con defensa firme, más movilidad y mayor precisión, empezó a achicar la diferencia. Gauna siguió encendido, Acosta se sumó con aportes importantes y la brecha se redujo a solo seis puntos al final del tercer cuarto: 46-52.
En el último cuarto, la historia cambió por completo. Wolinsky se convirtió en la figura del partido: dos dobles y tres bombas de tres puntos hicieron delirar a la hinchada auriazul. Acosta también metió un triple crucial y Tokio, completamente desdibujado, solo sumó un punto en siete minutos. El parcial de 17-1 sentenció el partido.
Mitre se llevó el clásico y, con él, un envión anímico de peso de cara a lo que viene.