El gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, anunció este jueves a través de sus redes sociales que el próximo 31 de julio se acreditarán los haberes de los trabajadores estatales y de los jubilados, pensionados y retirados del Instituto de Previsión Social (IPS), ya con los aumentos salariales previamente definidos.
En el caso de los trabajadores activos, el incremento será del 5,1% acumulado en promedio, distribuido en dos tramos: un primer 2,5% correspondiente a los meses de julio y agosto, y un segundo 2,5% que impactará sobre los salarios de septiembre y octubre.
Por su parte, los pasivos provinciales percibirán un aumento mayor: un 6,1% acumulado, también en dos etapas. Con este esquema, se sostiene una política ya consolidada por el gobierno misionero: dar siempre un punto porcentual más a los jubilados que a los activos, con el objetivo de mejorar de forma progresiva su capacidad de compra. “No se trata de una medida aislada, sino de una decisión estructural que responde a una visión de Estado sostenida a lo largo del tiempo”, sostienen fuentes cercanas a Hacienda de Misioenes.
Un modelo que prioriza el equilibrio
Desde el Ejecutivo provincial subrayaron que la política de aumentos se lleva adelante con pleno respeto al equilibrio fiscal, una regla no escrita pero férreamente aplicada en Misiones desde hace años. “A diferencia de otras jurisdicciones que parecen descubrir ahora los beneficios del orden financiero, Misiones construyó sobre esa base una hoja de ruta responsable, que permite anunciar mejoras salariales sin poner en riesgo las cuentas ni hipotecar el futuro”, afirman.