La expectativa era alta, pero la pelea duró poco. Gaspi cayó por nocaut técnico en el primer asalto, frente a Peerxita, en un combate que el árbitro decidió detener tras una serie de golpes que dejaron al argentino visiblemente afectado. Tan golpeado terminó que no pudo siquiera tomar el micrófono para expresarse frente al público. El silencio, en ese momento, dijo más que cualquier discurso.
Lo que ocurrió después fue quizás más contundente que la pelea misma. Peerxita, visiblemente emocionado, reconoció el esfuerzo de Gaspi y rompió en llanto al hablar de su victoria. La escena se volvió viral, como suele suceder en este tipo de eventos que mezclan espectáculo, deporte y cultura digital.
Gaspi se retiró del evento con el respaldo del público que fue masivo e inmediato. En redes sociales, miles de seguidores compartieron mensajes de aliento y reconocimiento.
La Velada del Año, organizada por el streamer español Ibai Llanos, se ha transformado en un fenómeno que va mucho más allá del boxeo amateur. Es un escenario donde se cruzan figuras del streaming, la música, el deporte y la cultura digital en general. Que desde Misiones haya llegado una voz como la de Ilan Amores a ese evento marca un hecho singular, que da cuenta del potencial que tiene el talento regional cuando se conjuga con plataformas globales.
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