El vicepresidente primero del INRH, Bladimir Matos, explicó que el país enfrenta la situación hídrica más complicada de los últimos tiempos, comparable con los años 2003-2005.
Se estima un déficit de 1.700 millones de metros cúbicos de agua en los embalses.
Además del déficit de lluvias, que entre mayo y agosto se ubicó en torno al 61% de lo esperado para ese período, hay otros problemas que agravan la crisis: apagones recurrentes; roturas en equipos de bombeo; conductoras de agua deterioradas.
Los embalses, clave para almacenar agua, están en muy mal estado: de los 242 embalses que tiene la isla, 139 están por debajo del 50 % de su capacidad, y 13 están completamente secos.
Se calcula que unos tres millones de habitantes sufren interrupciones en el servicio de agua potable, lo que se añade a los problemas de electricidad y bombeo.
El gobierno de Cuba dijo que ya están aplicando medidas emergentes —como reparar equipos de bombeo, hacer obras para mejorar el suministro—, mientras se proyectan soluciones de largo plazo, incluso pensando en energías renovables para reducir las fallas eléctricas que también complican el repartimiento de agua.
Con información de Noticias Argentinas
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