En Córdoba, una interna que se autopercibe mujer pero antes estaba identificada como hombre será juzgada por abuso sexual agravado contra una compañera de encierro. Se la imputa de violar a otra detenida mientras estaba alojada en el pabellón femenino.
Según la causa, la acusada —identificada como Gabriela Fernández tras su cambio de identidad— aprovechó su condición de interna en el penal femenino para cometer el delito. Uno de los episodios denunciados incluso incluye un presunto embarazo de la víctima.
La Cámara de Acusación de Córdoba ya rechazó un recurso de la defensa para que no se le aplicara la figura de violencia de género, argumentando que los hechos investigados ocurrieron cuando la imputada aún estaba identificada como varón. Para los jueces, eso no exime su responsabilidad dado que el delito se atribuye a situaciones que sucedieron dentro de la prisión con una mujer víctima.
También ordenaron que la interna sea trasladada a un establecimiento donde se respete su identidad de género, pero evitando que esté en contacto con mujeres vulnerables o en situaciones de riesgo.
Se tratará ahora en juicio oral la causa por violencia sexual e integridad sexual con agravantes, entre otros cargos que ya pesaban sobre ella, como amenazas, privación ilegítima de la libertad y lesiones.
En paralelo, la Justicia tiene en cuenta las implicancias institucionales, ya que este caso abre el debate sobre cómo gestionar casos de personas transexuales en cárceles, especialmente cuando su ubicación puede afectar la seguridad de otras privadas.
Con información de Noticias Argentinas