La imagen proviene de una cámara de seguridad particular instalada frente a un domicilio en Flores. En ella se ve a Lara vestida de negro y a “Pequeño J” con remera oscura, jogging gris y zapatillas blancas, junto con un acompañante que los investigadores identifican como un posible ladero del acusado.
Según el expediente, ese día Lara había pedido a una amiga que la acompañara al encuentro. El plan inicial era que partieran desde una estación de servicio YPF en La Tablada alrededor de las 21:00 h hacia Morón. En cambio, terminaron en un boliche llamado Staff, en avenida Rivadavia al 7100, en Flores.
Otros testimonios afirman que días antes Lara fue convocada a comer por ese mismo hombre, recibió regalos —200 USD, un oso de peluche y un perfume— y que no hubo contacto físico en esas ocasiones.
La última coordinación entre Lara y este sujeto habría sido el viernes 19 de septiembre, día en que desaparecieron las tres jóvenes, mediante un mensaje para encontrarse.
Con información de El Litoral
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