Durante la mañana del día de la liberación, en un operativo coordinado por la Cruz Roja, se difundió una imagen de los hermanos enviando una videollamada a su madre, Silvia Cunio, desde Gaza. “No escuché nada, pero los vi, y eso fue suficiente para sentir una felicidad descomunal”, dijo la mujer al confirmar que los pudo ver después de tanto tiempo.
Silvia relató que al principio no reconoció el número de la llamada, pero cuando supo que eran ellos, no pudo contener las lágrimas. “Los veo perfectamente bien, pensé que estarían peor… estoy esperando para darles el abrazo más grande del mundo”, comentó con emoción.
También participó del momento Ruthy Cunio, tía de los rehenes, quien expresó: “Estamos muy bien, muy contentos, esperando… esperando”. La abuela de la familia, Esther, que estuvo en riesgo de ser secuestrada aquel día, esperaba ansiosa por el reencuentro.
En Tel Aviv, se supo que los rehenes recibieron sus teléfonos personales antes de salir para poder llamar a sus familiares. Luego se difundieron videos donde se los puede ver sonrientes y emocionados al reencontrarse en medio de abrazos y expresiones de alivio.
El secuestro de los Cunio ocurrió el 7 de octubre de 2023 en el kibutz Nir Oz, al sur de Israel. Ese día, Ariel alertó a su familia por WhatsApp de la presencia de terroristas en el predio. En su hogar, los familiares permanecieron encerrados durante horas bajo fuego enemigo, mientras los asaltantes ingresaban forcé el lugar.
Del grupo original de 20 personas secuestradas esa jornada, ocho fueron llevadas por Hamás. A lo largo del conflicto, algunos ya habían sido liberados en tandas anteriores, pero Ariel y David permanecían entre los últimos vivos.
Por ahora, la entrega de los restos de rehenes fallecidos (unos 28 individuos) no está finalizada; solo cuatro cuerpos han sido restituidos hasta el momento. La misión humanitaria aún continúa.
Con información de Minuto Uno
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