El demócrata Zohran Mamdani, de 34 años y nacido en Uganda, se impuso en las elecciones a la alcaldía de Nueva York, convirtiéndose en el primer musulmán y sudasiático en gobernar la ciudad más grande de Estados Unidos y en el alcalde más joven en más de un siglo.
Mamdani, autodefinido como socialista democrático, derrotó al exgobernador Andrew Cuomo, quien se presentó como independiente, con el 50,3% de los votos frente al 41,6% obtenido por su rival. El republicano Curtis Sliwa quedó tercero con poco más del 7%.
“Amigos, hemos derribado una dinastía política”, celebró Mamdani en su discurso de victoria, ante una multitud que coreaba su nombre. “El futuro está en nuestras manos. Vamos a construir un gobierno que trabaje para todos”, agregó.
Una campaña basada en la asequibilidad y el cambio
El eje central de su campaña fue la crisis de costos en la ciudad, con promesas de expandir programas sociales financiados con nuevos impuestos a las corporaciones y a los grandes ingresos.
Hasta hace pocos meses, Mamdani era un legislador estatal poco conocido, pero su campaña ganó impulso en redes sociales, atrayendo especialmente a jóvenes votantes y sectores progresistas.
Su triunfo se dio en un contexto de victorias demócratas a nivel nacional, con Abigail Spanberger y Mikie Sherrill ganando las gobernaciones de Virginia y Nueva Jersey, y California aprobando una propuesta para redibujar los distritos electorales a favor del partido.
Un desafío para el Partido Demócrata tradicional
La victoria de Mamdani representa un quiebre interno en el Partido Demócrata, que se muestra dividido entre su ala progresista y los sectores más moderados.
El presidente Donald Trump reaccionó con dureza, calificando al nuevo alcalde de “comunista” y amenazando con retener fondos federales destinados a Nueva York.
En redes sociales, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, escribió que “la elección de Mamdani consolida la transformación del Partido Demócrata en un partido socialista y de gran gobierno”.
Críticas y dudas sobre su gestión
Los críticos de Mamdani cuestionan cómo financiará sus ambiciosas propuestas sociales y su falta de experiencia ejecutiva.
El exgobernador Cuomo, al reconocer su derrota, advirtió que “casi la mitad de los neoyorquinos no lo votaron” y aseguró que su rival “hizo promesas que no podrán cumplirse”.
Aun así, el triunfo del joven alcalde refleja un cambio generacional y político profundo en una ciudad históricamente gobernada por moderados. Su historia personal —de inmigrante africano a líder de una metrópoli global— ya marca un nuevo capítulo en la política estadounidense.

