El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, criticó con dureza el cobro de más de 500 mil pesos que Vialidad Nacional exigió para habilitar el recorrido de la tradicional peregrinación a Loreto sobre la Ruta Nacional 12. La medida generó desconcierto en la comunidad católica, ya que en 24 años de historia del evento nunca se había solicitado un pago similar y, además, la notificación llegó apenas dos días antes del inicio de la caminata.
Martínez contó en Radio Tupambaé que la comunidad se vio obligada a gestionar de urgencia el monto exigido para no suspender la manifestación de fe, una de las más convocantes del calendario religioso misionero. Aseguró que la peregrinación siempre se organizó de manera ordenada, sin ocupar la calzada ni interrumpir el tránsito, y acompañada por instituciones provinciales que brindan asistencia sanitaria, seguridad y logística sin ningún costo. “De pronto apareció la obligatoriedad de pagar más de medio millón de pesos a Vialidad para poder caminar sobre la ruta. Nos sorprendió porque nunca pasó algo así. Caminamos al costado, sin cortar nada”, expresó.
El obispo remarcó que desde hace décadas la actividad se desarrolla sin incidentes y bajo coordinación permanente con organismos locales. Por eso, consideró aún más extraño que el organismo nacional aplicara un arancel en un contexto en el que –según sostuvo– ni siquiera ejecuta tareas básicas de mantenimiento. “No quiero ser malo, pero justo cuando Vialidad Nacional no pone un peso en las rutas, piden medio millón para caminar. Las rutas están en absoluto abandono. Esto no tiene sentido”, apuntó.
Martínez cuestionó la falta de fundamento jurídico de la decisión y adelantó que pedirá explicaciones formales al organismo. “Vamos a averiguar cuál es el sustento legal, porque nos dejó desplumados. Hasta me parece anticonstitucional. Transitar libremente es un derecho en la Argentina”, afirmó. Aseguró que la diócesis tiene un fondo destinado exclusivamente a cubrir los gastos de la peregrinación, pero la exigencia de Vialidad dejó esas reservas “al límite”.
El religioso también puso el foco en la desconexión del funcionario que firmó la disposición. “La verdad, la pifiaron. Es no entender nada de lo que pasa en la provincia. No sé si este señor Marcelo Delfino es misionero o cayó de otro lado”, lanzó.
A pesar del malestar, Martínez destacó la masiva participación y la profunda devoción mariana que se vivió durante la caminata. “Fue impresionante la fe del pueblo. Gente de todos lados, ciclistas, náuticos… una fiesta alrededor de nuestra madre”, cerró.