La gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, era una de las figuras con más aceptación entre los representantes de Cambiemos, algo que incluso la posicionó como la posible candidata a la presidencia para el año próximo.
Sin embargo, las últimas encuestas han reflejado un deterioro considerable en su imagen que fue decayendo en los últimos meses, también arrastrada por las decisiones de Mauricio Macri.
Antes de las elecciones legislativas de octubre pasado, Vidal rondaba el 60% en cuanto a imagen positiva.
Desde enero de 2018, los números fueron cambiando y son cada vez más los bonaerenses que demuestran cierta desconfianza hacia la mandataria, por lo que poco a poco está dejando de ser la dirigente más fuerte dentro del oficialismo.
En el último sondeo realizado por la consultora Marketing y Estadística, pone el foco en la administración de la gobernadora, con un estudio de opinión con alcance nacional, evidenciando cuáles serían las posibilidades virtuales de encabezar la lista de candidatos a presidentes en 2019, que le permita Cambiemos continuar por cuatro años más en el poder.
En este sentido un 38% tiene una buena percepción de Vidal y un 24,6 tiene una imagen muy buena. Por su parte, un 33,8% de los encuestados declaró que tiene una mala imagen de la mandataria bonaerense, mientras que en sintonía un 23,2% de los consultados tiene una percepción “muy mala”. De esta forma, la imagen negativa sumó 57 puntos. El dato que pone nerviosos a los principales armadores oficialistas que intentan instalarla como la reemplazante de Macri es que, al tratarse de una investigación a nivel nacional, un alto porcentaje de los encuestados manifestó no conocerla: el 15,6% sostuvo que no podía emitir un juicio de opinión por ese motivo.
¿Efecto contagio?
Según una encuesta de la consultora de Poliarquía, la imagen del presidente Mauricio Macri mostró una pronunciada caída que es la más baja desde que asumió la administración pública nacional. Las causas, la corrida cambiaria, los nuevos tarifazos, la devaluación del peso y la inflación imparable.
La aprobación de Macri descendió 9 puntos (de 45% a 36%) y para la encuestadora se trata de “un potente llamado de atención” pero considera que no es “un hecho definitivo ni excepcional” ya que desde que es Gobierno, y atuvo tres caídas. Aún así ningún opositor logra capitalizar el descontento.