El 66% de los 2,1 millones de irlandeses que votaron se mostraron partidarios de derogar la octava enmienda de la Constitución irlandesa que prohibía la interrupción voluntaria del embarazo, una decisión histórica en un país con fuertes raíces católicas. Un 32% dijo no a la modificación.
Tras aprobar el matrimonio homosexual hace tres años, los irlandeses votaron este viernes en una consulta si liberalizaban o no el aborto, en un plebiscito que mide la ascendencia de la Iglesia católica sobre el país.
Los electores debían decidir concretamente si derogaban la enmienda octava de la Constitución, que prohíbe abortar en todos los casos, salvo en el de peligro para la vida de la madre.
Según el sondeo, un 70% de las mujeres votó a favor de la liberalización del aborto y el 30%, en contra, mientras que un 65% de hombres votó a favor del sí y un 35%, del no.
Las personas mayores de 65 años votaron mayoritariamente contra el cambio de la legislación, mientras que los votantes de entre 18 y 24 años votaron en un 85% a favor.
El primer ministro prometió redactar un proyecto de ley de acá al verano, para su aprobación antes de fin de año por el Parlamento, donde el texto debería ser adoptado sin dificultad, ya que los líderes de los dos principales partidos de la oposición, Fianna Fail y Sinn Fein, apoyan la reforma. El gobierno se reunirá el martes.