Estados Unidos anunció su salida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un órgano internacional al que el Gobierno del presidente Donald Trump ha criticado duramente por lo que considera un sesgo en lo relativo a Israel y por servir de plataforma a países como China, Venezuela y Cuba.
Haley, embajadora de EEUU ante la ONU, ya había advertido el año pasado sobre la posible retirada de Estados Unidos de ese Consejo con sede en Ginebra, explicó que durante los últimos meses ha tratado resolver “de buena fe” los problemas del órgano de la ONU, reuniéndose con representantes de más de 125 países miembros.
Durante su discurso, la embajadora criticó duramente que dentro del Consejo haya países como China, Venezuela, Cuba o la República Democrática del Congo, naciones que “no respetan los derechos humanos”.
Por este motivo y por el “perjuicio crónico” del Consejo contra Israel, de acuerdo a palabras de Haley, este órgano “no es digno de su nombre”.
“No dudamos que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos”, dijo en conferencia de prensa el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
El consejo de 47 miembros, creado en 2006, comenzó su última sesión el lunes con críticas del alto comisionado para los derechos humanos de la ONU contra la política de inmigración del presidente Trump de separar a niños migrantes de sus padres al cruzar la frontera, a la cual calificó de “desmedida”.