Se trata nada menos que de una Ferrari 458 Italia secuestrada en un megaoperativo. El superdeportivo fabricado en Maranello es uno de los únicos 15 ejemplares que hay en el país y cuenta con un motor V8 de 578 caballos de potencia y una velocidad máxima de 325 km/h. Su precio hoy ronda los US$350.000. Bastante más potente y cara que el Audi TT que transita la tierra colorada con las inscripciones de nuestra policía.
Al igual que el yate del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, que también utiliza la Prefectura. La 458 Italia está patentada a nombre de Horacio Homs, un empresario especializado en la organización de fiestas y casamientos. Homs fue señalado por la Justicia como testaferro de Juan Pablo “el Pata” Medina, ex titular del sindicato de la construcción (UOCRA).
Medina era un fanático coleccionista de autos deportivos. Y está detenido por los delitos de lavado de dinero y asociación ilícita. Hasta que se determine una sentencia, la Justicia autorizó al Poder Ejecutivo a utilizar los bienes incautados en la causa. Recién con un fallo firme, la Justicia podrá expropiar el vehículo y determinar si se vende en una subasta pública.
La Ferrari, plotteada con los emblemas de la Prefectura y una baliza LED desmontable, será utilizada para actos públicos y exhibiciones especiales. La idea del Gobierno es que, como el yate de Jaime, se convierta en un símbolo de los bienes procedentes de la lucha contra la corrupción.
Con ésta incorporación y la de un Mercedes-Benz C 63 AMG con motor V8 y 457 caballos de potencia, la Prefectura acaba de robarle el puesto a la Policía Federal como la fuerza con los patrulleros más espectaculares de la Argentina.