Esta madrugada subió otro 5% (se había acordado una suba del 3%), que parece una pavada, pero desde el 10 de diciembre de 2015 para acá ya subieron un 117,5%.
Hace un mes habían acordado con ex ministro Juan José Aranguren una suba del 3% para julio. Sin embargo como acá cada uno hace lo que se le canta y el gobierno no avisó que el peso a esta altura del año iba a valer menos que las excusas de Sampaoli, a partir de mañana las naftas fueron remarcadas en un 5%, algo que obviamente va a verse reflejado nuevamente en los precios de los productos básicos de la canasta familiar.
Frente a este escenario el ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación, Nicolás Dujovne recibió el jueves al presidente de YPF, Miguel Gutiérrez. “Hay un evidente desacople respecto al precio internacional” sostienen desde el sector. Según indicaron, el 3% de aumento que habían acordado para julio hace apenas un mes con el ahora ex ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, ya se licuó por la abrupta devaluación de los últimos 15 días. Al momento de acordar esa suba el dólar estaba apenas por encima de los 25 pesos. Este viernes cerró a las puertas de los 30 pesos.
El tanque vacío y las pelotas llenas
La disparada del dólar y la suba del precio internacional del barril de petróleo anticipan el nuevo frente de batalla para el gobierno de Mauricio Macri. Es que desde que el gobierno resolvió liberar los precios de las naftas, las petroleras tienen vía libre para actualizar sus precios en surtidor siguiendo los movimientos de esas dos variables.
Ahora apuestan por una nueva suba, de 5% a partir de hoy, lo que le agregaría más presión a la desbandada de la inflación a la que el gobierno de Macri sigue sin encontrarle respuesta. En un país cuya producción se mueve en más de un 90% en camiones, las subas de los combustibles se trasladan directamente a los precios de los bienes de consumo masivo y golpean a los asalariados e independientes de la base de la cadena.