⭐⭐⭐ Días siendo campeones del mundo: 852 | ★★ Días siendo bicampeones de América: 277
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Ayer el Bitcoin, la más célebre de todas las criptomonedas, cumple su primera década de vida, iniciada con la publicación del texto de Satoshi Nakamoto, redactado en forma de ensayo académico, que propone una idea sencilla pero revolucionaria: crear transacciones económicas en internet directas de usuario a usuario, sin la mediación de una institución financiera.

En una dinámica de vendedores y clientes del asqueroso mundo “real”, físico, no queda registro de la operación en Internet, ni se necesita que las dos partes den algún tipo de dato personal a un tercero que cumpla la función de aval de la transacción (cof, cof, bancos).

Las primeras transacciones con Bitcoins se realizaron poco tiempo después de ver la luz, a principios de 2009. El Bitcoin no pertenece a ningún Estado ni es contralado por ningún banco central o institución parecida (no, no hay ningún Guido Sandleris de por medio).

Se puede comprar Bitocins con euros, dólares y otras monedas físicas, ¡hasta con pesos! (visitá Bitex).

Con el mismo número de defensores que de haters, la falta de control y el anonimato de las transacciones son, al mismo tiempo, su mejor carta de presentación y su mayor debilidad. Con un precio ajustado a la demanda, llegó a alcanzar máximos en diciembre de 2017, cuando sobrepasó la barrera de los 20.000 dólares.

En 2010, un Bitcoin valía apenas 5 centavos de dólar, frente a los US$430 que alcanzó a mediados de 2016.

El precio se ha visto afectado por las distintas decisiones de los gobiernos: Japón decidió legalizarlo como forma de pago en 2016; en 2017, China vaciló con su prohibición durante varios días, aunque finalmente optó por restringir su operativa y a finales de ese mismo año, el Bitcoin debutó en el mercado de futuros de Chicago, el Chicago Board Options Exchange (CBOE) y en el Chicago Mercantile Exchange (CME), la principal plaza de derivados financieros de Estados unidos, lo cual fue definitivo para disparar su valor y la aparición de otras divisas virtuales que imitan su esquema.

Actualmente, existen más de 1.400 criptodivisas, aunque sólo unas pocas, como el Ethereum o el Litecoin han conseguido cierta repercusión en los mercados. Entusiastas y escépticos siguen debatiendo sobre si este tipo de divisas tienen futuro como medio de pago o como activos de inversión.

Si hay algo que no deja de cosechar elogios es que la tecnología sobre la que se basa, el blockchain o cadena de bloques, que tarmbién llegó para quedarse. El alcance de este sistema descentralizado de almacenamiento de datos es cada vez mayor, con una operativa que llega a sectores como la Administración Pública, la conducción automática de automóviles, la protección de la selva o la distribución energética.

La capitalización de todas las criptomonedas asciende actualmente a 202,83 billones de dólares (178,10 billones de euros), de los cuales un 54% corresponden sólo al Bitcoin.

Las criptomonedas ofrecen una alternativa más barata, más eficiente y más global que las monedas tradicionales, pero (por falta de decisión política de los gobiernos) se manejan en un “vacío legal” que despierta recelo de los inversores y mantiene al usuario de a pie, Juan Pueblo, indeciso sobre adoptarlas. Todo esto podría cambiar en 2020, el año en el que Japón quiere sacar una normativa internacional coordinada para el sector.

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