Los vendehumo que hablan de redes sociales todo el día (tenemos un par en el equipo) se vienen autosatisfaciendo con la idea de un posible declive de Facebook: fuga de los jóvenes hacia otras plataformas, menor tiempo en la plataforma, problemas de seguridad como el de Cambridge Analytica y otras filtraciones de datos privados de los usuarios ocurridas en los últimos meses. ¡Todo mal Mark!
Si bien los ingresos de Facebook no reflejan aún estos chismes y actos de futurología de “los especialistas”, empiezan a aparecer informes que reflejan con datos objetivos parte los rumores: algo está cambiando en la manera en la que los usuarios usan Facebook y lo que se publica en la red social.
Según un informe llevado a cabo por la consultora Pivotal, el consumo de contenidos en Facebook bajó un 20% en el mes de septiembre con respecto al mes anterior. Los usuarios pasan menos tiempo en la plataforma y, consecuentemente, “consumen” menos información.
Esto es preocupante, puesto que esa información es el gancho que se le vende al usuario para que pase tiempo en la red social (viendo lo que sus amigos y las empresas que sigue comparten) y también es el anzuelo que se ofrece a las empresas que deciden anunciarse en Facebook.
¿Por qué se consumen menos contenidos ahora en Facebook que antes?
Por una parte, los continuos cambios de algoritmo en la red social, que supuestamente tenían como objetivo ofrecer en primer lugar aquellos que más pudieran interesar a los usuarios, potenciando lo local y lo publicado por amigos y familiares. Efecto pecera a full.
La torta de guita en inversión publicitaria digital se la reparten Google (en un 32,5%) y Facebook, en un 16,5%, según los datos disponibles del mes de agosto. En septiembre Facebook perdió un 2%.
Por otro, el hecho de que se haya reducido el alcance de las publicaciones realizadas por empresas, el aumento de la desinformación en la plataforma y, por supuesto, la desidia de algunos usuarios, cansados de escándalos de privacidad, que deciden entrar menos a la red social, publicar menos y, asimismo, consumir menos publicaciones de las que se le muestran.
Los datos de este estudio deberían preocupar a Mark y sus amigos, porque un menor consumo de de contenidos significará, a medio plazo, un descenso considerable de la inversión publicitaria.