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Publicado originalmente en La Nación

El vehículo, que circulaba con el piloto automático encendido y sin nadie sentado en el asiento del conductor, se estrelló contra un árbol a alta velocidad después de una curva.

El sábado por la noche, dos personas murieron en un accidente de tránsito protagonizado por un Tesla que circulaba sin nadie sentado al volante.

Según confirmaron las autoridades del condado de Harris, ubicado en Texas (Estados Unidos), uno de los fallecidos viajaba en el asiento del pasajero y otro lo hacía en el asiento de atrás. “Tenemos el 99,9 % de certeza de que nadie conducía el vehículo en el momento del impacto”, informaron.

El Tesla Model S, del año 2019, se estrelló contra un árbol en una curva a alta velocidad al norte de la ciudad de Houston y los bomberos tuvieron que ponerse en contacto con la compañía automotriz propiedad de Elon Musk para ver el modo seguro de extinguir el fuego.

Luego de más de cuatro horas para apagar el incendio, los oficiales constataron que había dos personas calcinadas en el interior del vehículo, una en el asiento del pasajero y otra en el asiento de atrás.

Los investigadores están intentando determinar si se desplegaron los airbags y si el vehículo tenía activada la conducción asistida, el sistema inteligente que Tesla comercializa como “piloto automático” o “Autopilot”.

Por su parte, la compañía automotriz alerta a sus conductores a que estén pendientes de la conducción en todo momento para tomar control del vehículo e invitan a activar el sistema de asistencia inteligente, ya que es más seguro que conducir sin él.

El accidente ocurrió cuando Tesla está comenzando a ensayar con algunos de sus conductores un sistema de “conducción autónoma total”, aunque también reclamó que el conductor tenga las dos manos sobre el volante en todo momento.

Algunos expertos criticaron a la compañía automotriz por usar el término “piloto automático” porque ofrece una falsa sensación de autonomía por parte del vehículo.

La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (NHTSA, en inglés) está evaluando la posibilidad de imponer normas más estrictas para garantizar la atención de los conductores al volante, al tiempo de que se implantan nuevos automatismos de la conducción en la industria del motor.

Además, la NHTSA está investigando más de veinte accidentes de vehículos Tesla durante el uso del sistema de conducción asistida.

El piloto automático es confiable

Musk defendió el historial de seguridad de sus vehículos eléctricos y, la semana pasada, aseguró que la asistencia a la conducción permite tener una posibilidad “10 veces menor” de accidente.

“En el primer trimestre del año, registramos un accidente por cada 6,7 millones de kilómetros recorridos por nuestros conductores con el piloto automático activado. Para aquellos que conducían sin el Autopilot pero sí con las funciones de seguridad activa, registramos un accidente por cada 3,2 millones de kilómetros recorridos. Para los que conducían sin el piloto automático ni las funciones de seguridad activa, registramos un accidente por cada 1,5 millones de kilómetros. En comparación, los datos más recientes de NTSHA muestran que en Estados Unidos hay un accidente automovilístico cada 780.000 kilómetros”, manifestó Musk.

Aunque Tesla explicó en numerosas ocasiones que su sistema de piloto automático no sustituye al conductor sino que lo ayuda, ya tuvo varios inconvenientes y litigios porque el nombre Autopilot puede llevar a un error de sus clientes al pensar que el vehículo cuenta con un modo de conducción autónoma absoluta.

telam
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