Nueve personas murieron electrocutadas en un campamento ilegal en el estado de Pará, norte de Brasil, cuando trabajadores que instalaban una antena de Internet tocaron accidentalmente unos cables de alta tensión, según informaron las autoridades.
El accidente generó un cortocircuito que también provocó un gran incendio en un poblado campamento del grupo campesino Movimiento Sin Tierra (MST), instalado en las afueras de la ciudad de Parauapebas. Así, ardieron en llamas una sucesión de caseríos modestos, indicaron responsables del cuerpo de Bomberos.
Como resultado, tres operarios y seis residentes murieron electrocutados, consignó la agencia AFP.
“Hubo nueve víctimas en total confirmadas por el IML” (Instituto Forense) declaró a la agencia de noticias AFP Charles Catuaba, comandante del cuerpo de Bomberos de Pará.
“Las casas y los ranchos están muy cerca unas de otras y construidas en un área invadida con materiales muy combustibles como las maderas, los techos de paja, algunas con paja en las paredes, como aislante. Eso avivó fuertemente el fuego”, explicó a los medios de prensa el alto oficial.
Alrededor de 2.000 familias vivían en ese campamento, en las afueras de Parauapebas, bautizado como “Tierra y Libertad”, según expresó una nota del MST.
Las autoridades locales siguen trabajando para identificar los restos calcinados de dos de las víctimas.
“Esta tragedia fue el resultado de una sociedad que no le dio a estas familias la oportunidad de tener un lugar digno para vivir”, afirmó en un comunicado el líder del MST, Joao Paulo Rodrigues.
Fundado en el año 1984, el MST (originalmente el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra) es una organización social y política, formada por campesinos y sus familias que luchan por el acceso a las tierras para los pobres, en un Brasil profundamente desigual.
Sus ocupaciones de tierras lo volvieron un movimiento algo controvertido y sus detractores le acusan de radicalismo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo Partido de los Trabajadores (PT) es un aliado histórico del MST, envió a su ministro de Desarrollo Rural y al jefe de la agencia nacional de Reforma Agraria -Incra- a Pará para “brindar todo el apoyo del gobierno federal a la familias de las víctimas de esta tragedia”, dijo su oficina en un comunicado.