En el marco de la segunda vuelta electoral de Uruguay, los candidatos a la presidencia, Álvaro Delgado, del oficialista Partido Nacional, y Yamandú Orsi, del opositor Frente Amplio, protagonizaron un intenso debate televisado este domingo. A tan solo una semana de la elección del 24 de noviembre, ambos aspirantes se mostraron firmes en sus posturas y prometieron no aumentar los impuestos, aunque presentaron modelos diametralmente opuestos para abordar los desafíos del país.
El debate, que se transmitió por cadena nacional, comenzó con Orsi tomando la delantera al calificar a Uruguay como “un país estancado”. En su intervención, el candidato del Frente Amplio destacó la necesidad de un cambio para superar lo que consideró promesas incumplidas.
“El próximo domingo tendremos que elegir entre dos opciones: la de un país estancado, la de las promesas incumplidas o la de un cambio seguro”, manifestó Orsi, con tono desafiante.
Por su parte, Delgado defendió los logros de su gestión y el modelo de país que promueve el oficialismo, resaltando la estabilidad como uno de los pilares fundamentales.
“Acá se comparan dos modelos de país: un modelo que retrocede con ideología e incertidumbres, y un modelo que asegura garantías, certezas, futuro y desarrollo”, afirmó el candidato del Partido Nacional.
Seguridad y estrategias enfrentadas
La seguridad, uno de los temas más sensibles para los uruguayos según las encuestas, fue otro de los puntos álgidos del debate. Delgado enumeró los avances del gobierno actual en la lucha contra la criminalidad, mencionando reducciones en los índices de rapiñas (42 %), hurtos (22 %), abigeato (57 %) y homicidios (3 %). Además, destacó el apoyo a la policía y la rehabilitación de reclusos como pilares de su estrategia.
Orsi, por su parte, mostró un panorama sombrío sobre la situación de violencia en el país, al señalar que en Uruguay se están viviendo situaciones que, hasta hace poco, solo se observaban en otras partes de América Latina.
“En Uruguay estamos viendo cosas que solo veíamos en las películas o en otros países de América Latina”, afirmó. En su intervención, citó como ejemplo la instrucción a los niños sobre cómo reaccionar durante tiroteos cerca de las escuelas, y criticó la gestión del gobierno en el caso del narcotraficante Sebastián Marset, quien logró obtener un pasaporte uruguayo en medio de una crisis política.
Ambos candidatos coincidieron en la necesidad de respaldar a la policía, pero sus enfoques para mejorar la seguridad fueron muy distintos. Mientras que Delgado abogó por mantener las políticas actuales, Orsi propuso incorporar más tecnología y un enfoque más activo en la defensa de las víctimas del crimen.
Impuestos y economía: promesas cruzadas
El tema de los impuestos generó uno de los intercambios más tensos del debate. Orsi reiteró su promesa de no aumentar la carga tributaria, asegurando que apoyará a las pequeñas y medianas empresas como motor del crecimiento económico. Sin embargo, Delgado cuestionó esta promesa, señalando que el programa del Frente Amplio incluye subas de impuestos.
“El Frente Amplio va a subir los impuestos porque lo dice su programa. Nosotros no vamos a subir los impuestos, vamos a generar estímulos a la inversión y a abrir el Uruguay al mundo con pragmatismo y sin ideología”, aseveró Delgado.
Orsi, por su parte, defendió nuevamente su compromiso de no incrementar los impuestos y destacó la necesidad de reducir el alto desempleo juvenil, que alcanza el 26 %, el más alto de la región.
Delgado, por su parte, defendió los avances en el empleo general, que se encuentra en un 8,1 % de desempleo, con un aumento del 2,5 % en los jóvenes. Aseguró que sus políticas buscan hacer de Uruguay “un país más barato para vivir y producir”.
Mensajes finales y encuestas
En los últimos minutos del debate, ambos candidatos reforzaron sus posturas. Delgado insistió en su visión de un país con “certezas, crecimiento económico, seguridad y libertad”, y acusó a la oposición de querer regresar a un pasado de incertidumbre y mayores impuestos. “Nuestro modelo es de certezas, crecimiento económico, seguridad y libertad. El otro modelo es volver al pasado con incertidumbres, más impuestos y menos libertad”, afirmó.
Por su parte, Orsi apeló a la necesidad de un cambio para superar las promesas incumplidas y lograr una transición hacia un país con un futuro más esperanzador: “Falta una semana. Todos tendremos que elegir entre las promesas incumplidas o el país de los compromisos, el cambio seguro”.
De cara a la segunda vuelta, las encuestas muestran una leve ventaja para Orsi, con un apoyo de entre el 45 % y el 48,5 %, frente al 41 % y 45,1 % que obtiene Delgado. Sin embargo, el resultado sigue siendo incierto, ya que el margen de error y el alto número de indecisos podrían inclinar la balanza hacia cualquiera de los dos candidatos.