La traductora argentina propuso que el nombre de las islas no se adapte a la denominación británica, y su sugerencia fue aceptada en todas las versiones de la serie
La nueva serie de El Eternauta llegó a millones de espectadores en todo el mundo, con subtítulos y doblajes en decenas de idiomas. En ese proceso, una decisión puntual, sostenida con firmeza y argumentos por la traductora argentina Daiana Estefanía Díaz, se convirtió en un gesto de soberanía cultural: que en todos los idiomas aparezca el nombre “Malvinas” y no “Falklands”.
Díaz, encargada de la traducción al inglés de la serie, advirtió que el personaje de Juan Salvo era excombatiente. Desde el inicio, tuvo claro que no correspondía usar la denominación británica. Traducir “Malvinas” como “Falklands” no solo era inapropiado para un producto argentino, sino también inverosímil desde el punto de vista narrativo. “Ningún argentino, real o ficticio, las llamaría de otro modo”, explicó en un post en su cuenta en LinkedIn.
Una propuesta con argumentos, aceptada por el equipo internacional
Lejos de imponer su criterio, Díaz presentó la sugerencia al equipo internacional que trabajaba en las traducciones. En paralelo, se ocupó de explicar el contexto histórico, social y cultural de las islas Malvinas, tanto en el universo de la serie como en la vida argentina.
Los argumentos fueron escuchados y aceptados: hoy, en todos los subtítulos y doblajes —desde el checo al japonés—, la traducción respeta el nombre Malvinas.
Una traductora con conciencia histórica
Además de trabajar con precisión lingüística, Díaz actuó como referente cultural para sus colegas en el proyecto. Explicó desde cómo se juega al truco hasta cómo funcionaba el servicio militar obligatorio en Argentina. Pero el tema de las Malvinas, dijo, requería un tratamiento especial.
No se trataba de una cuestión menor ni de una preferencia personal. Era, explicó, una parte fundamental de la identidad de los personajes y del país que representa la serie. La traducción, para ser fiel, debía conservar ese nombre.
Un gesto concreto en una producción global
En un contexto en el que la industria audiovisual suele ceder a los usos predominantes de cada idioma o país, la postura de Díaz marcó la diferencia. No hubo imposiciones, pero sí una defensa clara y bien argumentada de una palabra cargada de sentido.
Gracias a su intervención, las islas Malvinas no aparecen como Falklands en ningún idioma. Y la serie, con alcance global, conserva en cada versión un elemento central de su identidad argentina.