Las acciones incluyeron patrullajes preventivos, reconocimiento de terreno y análisis de indicios que permitieron detectar rastros de ingresos no autorizados y evidencia de actividades ilícitas previas, presuntamente relacionadas con la caza furtiva.
A partir de esos hallazgos, se diseñaron operativos estratégicos para registrar huellas y vías de acceso utilizadas por los infractores, diferenciando las zonas afectadas por la caza ilegal de aquellas vinculadas a otras prácticas prohibidas.
Desde el organismo provincial señalaron que este trabajo de campo fortalece la presencia institucional en el área protegida, además de aportar información fundamental para mejorar la planificación de los próximos controles.
En las próximas semanas se instalará cartelería informativa y disuasiva en distintos puntos del parque, con el objetivo de prevenir el ingreso no autorizado y fomentar el respeto por las normas que resguardan la biodiversidad del lugar.
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