Por Emiliano Pellegrino
En vísperas de una jornada de recuperación para los mercados, el gobierno volvió a aparecer con un paquete de medidas tendientes a reducir el gasto y poner “en orden” de una forma menos progresiva las cuentas fiscales de la nación.
Ayer por la mañana, el ministerio de hacienda comunicó que se habrían firmado 3 decretos que, en resumidas cuentas, constituyen un ajuste con el que el gobierno pretende ahorrar a partir de una menor cantidad de reintegros y mayor recaudación impositiva de los ingresos generados por agentes exportadores, al mismo tiempo que reduce la proporción que reciben los gobiernos provinciales. Dicho de otra manera, pareciera que se busca una reducción del déficit fiscal vía aumento de la austeridad impositiva, pero sin afectar el gasto.
Con medidas de este tipo es de esperar que las provincias suspendan obras, realicen sus respectivos ajustes, y que el campo encuentre menos incentivos a exportar, con lo cual, la oferta de dólares tiende a contraerse. Si a esto le sumamos las medidas adoptadas esta semana con respecto al desarme de las LEBACS y el final (repentino) de la subasta diaria de dólares del ministerio de hacienda, les presentamos: EL DÓLAR A 30.
De los creadores de “hemos superado la turbulencia cambiaria” y de “estamos atravesando una tormenta” llega… “No pasa nada, tranquilos”. En medio de una nueva corrida cambiaria, el tipo de cambio mayorista se disparó antes de ayer por encima de los $30. Para calmar la corrida, ayer 14 de agosto, el BCRA licitaría 500 millones de dólares. Noticia que, en lugar de certezas trajo incertidumbre. ¿Quién, o cuantos agentes tienen que presentarse a una subasta para absorber un total de 500 millones de dólares? ¿Recuerdan cuando les mencionaba, en una nota anterior, que una rueda en el MULC operaba entre 300 y 400 millones de dólares diarios? Para inyectar esa cantidad de dólares en un solo día, sería necesario dárselos a demandantes a precios muy por debajo de los de mercado.
Como era de esperar, llegadas las 14 hs, momento en el cual se conocerían los resultados de dicha licitación, se adjudicaron solamente 200 millones de dólares, a un precio mínimo de $29,37 (una ganga). Esto nos quiere decir dos cosas: No solo no se llevaron su tajada todos aquellos que licitaron los 300 millones de dólares restantes a precios por debajo del precio de corte ($29,37), sino que, además, la entidad monetaria inyecto una dosis de incertidumbre enorme al no cumplir con su palabra.
Personalmente pienso que nuestras autoridades se están viendo influenciadas por la cara larga que pone el FMI al observar cómo se utilizan los dólares del acuerdo para sostener el tipo de cambio, mientras se demuestra un profesionalismo que deja mucho que desear. Ayer, en las mesas, se conversaba sobre la similitud entre las crisis cambiarias de Turkia y Argentina, ambas de gran magnitud, disputando el podio de grandes devaluadores del 2018. Yo diría que en esta materia los argentinos podemos dar cátedra y que esta copa no nos la saca nadie.