
Más de 30 años entre las calles, los pasillos y el «qué le vendo señor/señora» convirtieron a Ramiro en el más conocido de los hijos de la placita. Con su sonrisa característica y el afecto de los compañeros de trabajo y del barrio, Ramiro celebró las 5 décadas.
«Esta es la casa de Ramiro» dijeron los amigos. Besos, abrazos, risas, comida y brindis hicieron llenar de emoción la esquina de San Martín y Roque Sáenz Peña.