Cristina Fernández de Kirchner, actualmente bajo prisión domiciliaria por la causa Vialidad, presentó ante el Tribunal Oral Federal N.º 2 un pedido formal para que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pueda visitarla en su departamento de la Ciudad de Buenos Aires.
El mandatario brasileño llegará este martes a la Argentina para participar de la cumbre del Mercosur, que se llevará a cabo los días 2 y 3 de julio en la capital, y fuentes cercanas al kirchnerismo aseguran que Lula habría manifestado su intención de mantener un encuentro personal con la exvicepresidenta durante su estadía.
Kirchner, que cumple una condena de seis años por administración fraudulenta, se encuentra detenida en su domicilio de Constitución desde mayo, con acceso restringido a visitas no autorizadas. Según la normativa vigente, solo pueden ingresar a su residencia familiares directos, abogados, médicos y custodios. Cualquier otra persona necesita el aval expreso del tribunal.
La defensa de la expresidenta, encabezada por su abogado Carlos Beraldi, fundamentó el pedido argumentando que se trata de una visita con “carácter institucional y humanitario”, dado el vínculo personal entre Kirchner y Lula. El planteo se inscribe dentro de una estrategia más amplia del kirchnerismo, que ya impulsó más de 900 solicitudes individuales para que distintos dirigentes y ciudadanos puedan visitar a la exmandataria.
El tribunal aún no resolvió el planteo, pero fuentes judiciales señalaron que la decisión podría conocerse en las próximas horas, antes de que finalice la estadía de Lula en Buenos Aires.
Desde el entorno del oficialismo se mantienen cautos, aunque no ocultan su intención de mostrar la visita como un gesto de respaldo regional frente a lo que consideran una persecución judicial. En contraste, desde la oposición cuestionaron el intento de convertir el arresto domiciliario en un acto político.
Mientras tanto, Lula continuará con su agenda oficial en el país, que incluye reuniones con el presidente Javier Milei y otros jefes de Estado del bloque regional. De autorizarse la visita, el ingreso del mandatario brasileño al domicilio de Cristina Kirchner representaría un hecho inédito y de fuerte carga simbólica tanto a nivel nacional como internacional.