El pronóstico del tiempo augura un bastante frío fin de semana, así que si tu único plan es taparte y mirar alguna serie, tenemos acá una nueva Joya Oculta para recomendarte, por si todavía no viste 3%, Seven Seconds y Good Girls.
La Mantis es una serie policial francesa, cuyos derechos fueron adquiridos por Netflix y la colocó en su catálogo a fines de 2017, y que durante los 6 capítulos que dura, nos mantiene atrapados y queriendo más, lo que se traduce en que puede ser fácilmente mirada en una tarde o una noche (tienen un promedio de 1 hora por episodio).
En ella, se relata la investigación de los asesinatos cometidos por un psicópata, cuya identidad se desconoce, pero que recrea en la ciudad de París los homicidios que 25 años atrás cometió Jeanne Deber, a quien apodaron “La Mantis”. En su momento, Jeanne cometió 8 atroces crímenes, y cuando arranca la serie, el imitador ya lleva 3. Debido al uso del mismo modus operandi, resulta inevitable para el comisario local ir a entrevistar a Deber, quien cumple una condena de prisión perpetua por sus confesos delitos, hechos en su momento con ánimos de justicia, pero aduce desconocer quién los comete y por qué, ofreciendo su ayuda para resolver el misterio, pero a cambio de algo: que sea su hijo (de 35 años, y a quien no ve desde su condena), el único intermediario entre ella y la investigación.
Como podrán deducir, desde que tiene 10 años el hijo no ve ni sabe nada de su madre. Logró superar el pasado, formar una familia y se desempeña como investigador en la ciudad parisina, pero la falta total de pistas que puedan llevar al homicida y la necesidad de resolver el caso lo más pronto posible para evitar más muertes, hace que a pesar de su total aversión, tenga que aceptar la propuesta (con muchísimas reservas).
A partir de este momento, vemos cómo se desarrolla la relación entre Deber y su hijo, las aristas y las pistas con las que se desenvuelve el caso, las teorías que la policía (y nosotros, espectadores) formulan al respecto, y tenemos la oportunidad de conocer historias, del pasado y del presente, que nos hacen entender muchas cosas.
No solo es adictiva, sorprendente y altamente entretenida, sino que cuenta con actuaciones extraordinarias, principalmente la de Carole Bouquet, quien no necesita tantas líneas para contar con tan solo su mirada, una historia realmente grossa.
La verdad, después de verla no puedo entender cómo se me “perdió” entre el amplio catálogo de Netflix, pero créanme que hace honor al título de esta nota: es una verdadera joya oculta.